El investigador Manuel Palacios explicando un 
petroglifo en la  provincia de Morona Santiago.
Los resultados de sus investigaciones las publica 
regularmente en http://tayoscave.wordpress.com

El conocimiento científico actual y las ideas filosóficas que tenemos acerca del mundo en que vivimos, no es producto solamente de las mentes brillantes del siglo veinte sino del aporte dejado por las culturas antiguas que sirvieron de base para la inspiración y re descubrimiento del conocimiento. Ese aporte, muchas veces tuvo que ser codificado para escapar de la persecución como se hizo en la edad media con el modelo heliocéntrico de Galileo que con mucho acierto manifestó que el Sol y no la Tierra era el centro del sistema solar. 

No debemos olvidar las persecución llevada a cabo en contra de los alquimistas, los mismos que debieron camuflar sus conocimientos en símbolos muy crípticos, sólo descifrables por los llamados iniciados y que de manera clandestina debían continuar con sus experimentos. Es probable que no hayan encontrado la verdadera piedra filosofal, aunque hay quienes dicen haberla hallado y convertirse en personas muy ricas. 

Sin embargo, sea cierto o no estos hallazgos, lo verdaderamente importante es que estaban sentadas las bases para entender que la materia podía transmutar, que no era estable, cosa que recién se pudo demostrar en el siglo veinte con la teoría atómica de Rutherford, la teoría de la mecánica cuántica de Louis De Broglie y Bohr y la construcción de los grandes aceleradores de partículas que permitieron demostrar como las partículas elementales pueden crearse, destruirse y transformarse en diferentes entidades. 

Todo esto abrió el camino para demostrar también como metales pesados como el plomo pueden ser transformados en oro u otro elemento, muchas veces como resultado de los procesos radiactivos correspondientes. Entonces, la simbología criptica de los alquimistas tenia razón en su esencia, aunque quede todavía por demostrar si la llamada fusión en frío pudo ser descubierta por ellos para lograr su cometido. 

Si esto es así en los elementos, bien puede tener una repercusión en el mundo biológico donde la alquimia pretende el alargamiento de la vida. Probablemente algún día también les demos la razón en este campo del conocimiento. Esto solo son dos ejemplos de cómo el conocimiento antiguo codificado en símbolos o pictogramas, puede adentrarnos a saberes modernos que aun con las modernas tecnologías no hemos podido re descubrir. 

Los conocimientos antiguos de astronomía, como lo plasmado en el calendario Maya, la construcción de grandes monumentos en piedra como las pirámides en todo el mundo, que asombra aun hoy por los bastos conocimientos empleados para el efecto, las lineas de Nazca en Perú, las técnicas de momificación egipcias, los conocimientos de los antiguos sumerios y otros pueblos más en nuestra historia quienes mediante símbolos, pictogramas e íconos dejaron de herencia a las civilizaciones venideras, están esperando ser develados en su totalidad. 

Pero es necesario hacer un estudio sin prejuicios, sin paradigmas preconcebidos para obtener resultados verdaderamente sorprendentes. El conocimiento ya está, solo hay que re descubrirlo a la luz de los conocimientos actuales, con los mensajes dejados en el pasado, si los sabemos leer, podemos avanzar mucho más rápido que si tratáramos de empezar de cero. 

No obstante, debemos tener cuidado de no caer en las interpretaciones sin base, debemos ser rigurosos y objetivos y cautos a la hora de leer estos mensajes antiguos no sea que caigamos en el misticismo, en el ocultismo sin esencia y en un romanticismo filosófico que más bien nos aleje, antes que acerque, a la verdad. 

Lic. Eduardo Cañizares Camacho.
LABORATORISTA Y ANTROPOLOGO
fono: 0993 246 276
Manta. Ecuador